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lunes, 5 de marzo de 2012

Nanonimiedades

Siempre hay alguna página de un diario íntimo, por muy íntimo que sea, que su autor vería con agrado darla a conocer a sus amigos, a sus conocidos y, por qué no, al resto de la pródiga humanidad. Páginas sentidas, quizás íntimas pero no confidenciales, en las que el autor vierta sus impresiones sobre cualquier cuestión común que ocupa o preocupa a la generalidad de los mortales.

Por mucho que nos empeñemos en lo contrario, cualquier asomo de relevancia que queramos darle a la existencia del ser humano se diluye en la inmensidad inabarcable del Universo que lo contiene, un Universo que existió, existe y seguirá existiendo sin inmutarse ni conmoverse por la suerte que corra el ser humano. Somos relativos e intrascendentes.

La nanonimiedad es un término redundante que he construido para designar lo pequeño e insignificante. La nanonimiedad apela a la mesura y a la humildad con que debemos valorar nuestra existencia.

Nuestros actos más notables, nuestras experiencias más intensas, nuestras sensaciones más sutiles y todo cuanto significa nuestra existencia hay que circunscribirlo al campo de la nanonimiedad. Y, en consecuencia, de nanonimiedades tratarán generalmente los asuntos recogidos en las páginas de un diario íntimo. Y, eso espero también, los artículos y comentarios de este blog.

Olvidada por siempre la esperanza de regresar al paraíso terrenal, nos queda la humildad como única virtud para hallarnos hermosos dentro de nuestra insignificancia; y de la voluntad con que afrontemos los sacrificios y tareas que la vida nos ofrece dependerá casi exclusivamente nuestra dignidad y nuestra grandeza.

Nanonimiedades nace con el propósito de medrar en esta línea, labor a la que os invito a participar.


7 comentarios:

  1. Lo insignificante en ocasiones, lo "significa" todo. Y de un cúmulo de esas "cosillas" se dejan formar las grandes cosas, que sé que seran las que nos permitas leerte.

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    1. Gracias por tu comentario y bienvenida a Nanonimiedades. Espero que te encuentres como en tu casa.

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  2. Nunca nada en ti fué Nanonimiedad y espero que sigas regalandonos tus cosas para poder seguir disfrutandote

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    1. Bienvenida a Nanonimiedades, Maribel. Tus visitas siempre son esperadas por mí, tú lo sabes.

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  3. Bueno, a ver cómo lo planteo:
    Me gusta mucho no sólo lo que has escrito, sino también cómo lo has escrito; nanonimiedad es un término redundante, sí, pero también un termino intrínsecamente contradictorio. Es una de esas perlas que nos ofrece el hecho de que nuestro idioma sea una lengua viva: lo nimio en su raíz latina identifica el exceso, y es por la contraposición de un excesivo uso irónico que su acepción principal en el castellano se mutó para designar a lo pequeño, quedando relegado al olvido y los diccionarios el significado original de éste lexema. Es por esto que la construcción que has elegido me gusta tanto: la utilizas para "designar lo pequeño e insignificante" pero también puede contener lo pequeño y excesivo... o el pequeño exceso, que a fin de cuentas es una de esas combinaciones de extremos que nos va construyendo.
    Por otra parte también se presta al juego de palabras el uso de lo insignificante, que como bien dice Sara "en ocasiones, lo significa todo". Tanto es así que sin apartarnos del uso reconocido de nuestro idioma, consideremos que el prefijo "in-" aporta negación (es el caso cuando utilizáis insignificante) al lexema que le sigue, pero también puede significar "dentro de" y es en este segundo sentido dónde podemos defender que lo insignificante no sólo en ocasiones lo significa todo, sino que es imprescindible para que exista un significado, puesto que el significado es al significante lo que el contenido al continente, es decir aquello que está en el interior... lo in-significante.
    Bueno, ahora que he jugado un poco, te hago llegar un abrazo y mi agradecimiento por invitarnos a compartir...

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    1. Bienvenido a este blog y gracias por tu comentario. Gracias por tu comentario y por tu disertación de etimología, pero sobre todo gracias por decir que seguiré contando con tu participación. De tus visitas silenciosas no me cabe la menor duda que son ciertas.
      Es verdad que lo nimio sigue siendo fiel a su origen en lo que a su sifnificado se refiere, y así mantiene alguna acepción en el diccionario de nuestra lengua. Aunque al darle título a este blog yo sólo había pensado en su referencia a lo pequeño, después de leerte creo que el titulo adquiere un sentido polisémico que me gusta. Adopto, con tu permiso, tu comentario para incluirlo en mi concepto del título.
      Tu intento, sin embargo, por darle al prefijo "in" de "insignificante" el significado de "dentro de" resulta algo más arriesgado, pero, por qué no, también lo adopto.
      Gracias, Alfredo.

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    2. Ah!, Alfredo y gracias por reconocer al final de tu comentario que sólo has estado "jugando un poco", porque no se trata de otra cosa. Nanonimiedades no es más que una opción más para pasar el rato de una manera entretenida, y nada más lejos de su origen que arrogarse la capacidad de encontrar algo determinante en el terreno baldío de la búsqueda de la verdad.

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