A todos os habrá ocurrido, como a
mí en alguna ocasión, que tenéis un buen día y aparece alguien que se empeña en
estropeároslo, insistentemente, hasta que lo consigue.
Mi viejo diario, aunque se trata de una cuestión
filosófica, la respuesta para combatir esta situación la podemos encontrar en
el reino animal.
Una mañana iba con mi bici por
la zona del arroyo Pedroches. Corría el mes de julio y a la hora
del suceso ya hacía bastante calor. Cerca del Puente de Hierro, en la huerta de don Marcos, un gatito se
encontraba echado a la sombra, a un metro escaso del sendero por el que yo iba.
Al verlo, aún a cierta distancia, pensé que al pasar a su lado se asustaría y
se vería obligado a levantarse para evitar la amenaza que él podría encontrar
en mi paso por su lado. Pero el gato ni se inmutó. Sin cambiar de postura y sin
que nada en él delatase el menor atisbo de alarma, se limitó a seguirme plácidamente con la
mirada, sin salir de su ensueño.
Cuando pasé por su lado, el gato
me habló en ese lenguaje de fábula que permite que todos los animales nos
entendamos entre sí, y, sencillamente, me dijo:
"Estoy tan a gusto que no podrás ser nunca una molestia para
mí".
Estas seguro de que no estaba drogado no? Lo mismo estaba de after el gato marchoso jajajaja. Si es que nos arriesgamos demasiado a prejuzgar o a creer que las cosas solo son como las pensamos. Las primeras impresiones son unas facilonas de mucho.cuidado... Besos!
ResponderEliminarMe alegra encontrarte de buen humor, hija. La relatividad de las cosas, que es la línea argumental de este blog, y la subjetividad, como formas de percepción de la realidad son primos hermanos. Aunque se me hubiese escapado algo del estado del gato, creo que no afectaría para nada a la moraleja.
EliminarY, además, él me dijo lo que me dijo; y en lo que me dijo está la enseñanza del nanorrelato.
De todas maneras, las modificaciones que sugieres en tu comentario no dejan de ser simpáticas. Se podría corregir la historieta añadiendo a las cualidades que tenía el gato, de filósofo y conchudo, la de vacilón.
Está bien. Gracias.