Mi viejo diario, no creo ser original al decir que a una buena amistad la definen los silencios más que las palabras; porque los silencios hacen crecer las pocas palabras que puedan ser dichas, hacen que tomen fuerza, sentido pleno, mientras que las muchas palabras abruman y se disuelven entre sí.
Ocurre en muchos casos que no coincide lo que queremos que nos digan con lo que nos conviene escuchar. En este sentido, más me compromete contigo que me tengas por tu amigo que sentirme amigo tuyo.
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Con estas cosas, me enganchas.
ResponderEliminarNo sabes lo que me alegro, amiga.
ResponderEliminar¿Alguien ha oído alguna vez el silencio?¿Habéis parado para escuchar atentamente el silencio?
ResponderEliminarSeguramente más de uno responderá que afirmativamente... entonces ¿es el silencio un sonido?
Se dice que el silencio tiene sonido propio, pero yo prefiero decir "los silencios", silencios que transmiten mensajes, que se guardan en un contexto, silencios con entidad propia en el concierto de la comunicación, silencios como elementos insustituibles de la sinfonía de las palabras.
Eliminar... y digo yo, que me recuerda lo que planteas aquí la letra de una canción que decía que "Sin hablar se dice tó, y hablando muchas mentiras"...
ResponderEliminar...no se si algún día aprenderé a hablar menos? esto me hace pensar,gracias
ResponderEliminarHemos escuchado que uno es dueño de sus silencios y cautivo de sus palabras. Pero el crédito que siempre damos a este aserto no debe llevarnos a ignorar que también pueden condenarnos los silencios que ocuparon el lapso de las palabras que no acertamos a decir en su momento. Aquí todos podemos sacar pecho teorizando sobre cómo debemos comportarnos ante alguien cuando nos tiene por su amigo y nos necesita a su lado: pero luego la realidad no es tan sencilla. La emoción y los sentimientos entorpecen el ejercicio de nuestras mejores intenciones.
EliminarMaribel, tú sigue como hasta ahora, hablándome con el corazón, que a mí me ha ido muy bien así.